jueves, 26 de febrero de 2009

Comentarios sobre México y el mundo

Actualmente tengo la fortuna de tomar cátedra en la Universidad Nacional Autónoma de México con el ilustre profesor Juan María Alponte, quien posee un currículum excepcional dentro de la academia politológica en México.

Ha escrito 37 libros (y va por el 38) así como colaborado en numerosos periódicos y revistas nacionales e internacionales.

Actualmente escribe en el Universal diario la columna México y el Mundo y posee una vocación tan grande de enseñanza y aprendizaje que nos pide lo nutramos con nuestros comentarios acerca de dicha columna.

Esta vez le toca el turno a la columna escrita el día Domingo 22 de Febrero, titulada: Memoriales: El asesinato de Guerrero y el caso Picaluga.

Aquí les dejo el link:

http://www.eluniversal.com.mx/columnas/76993.html

Y este es mi comentario:

Comentario sobre la columna México y el Mundo, publicada en el diario El Universal el domingo 22 de Febrero.
Memoriales: El asesinato de Guerrero y el caso Picaluga.


Alarmantes y penosas podrían parecer las declaraciones realizadas por el Global Corruption Report 2007 en cuanto a la corrupción y sus implicaciones en México. Tal vez lo sean, y es que remontándome al despertar de mi conciencia cívica, histórica y colectiva a temprana edad, dichas declaraciones se ofrecen a mis oídos como algo profundamente conocido, común.


Saber que la historia de México se encuentra plagada de innumerables episodios de impunidad y traición como el del asesinato de Vicente Guerrero y a la vez nos resulte a los Mexicanos aquello tan natural, “tan de la disputa por el poder” [1], resulta aún más penoso que cualquier declaración externa.


“Desde el poder se inició una conspiración para eliminarle”, menciona el autor de esta columna y es verdad, la conspiración en contra de Guerrero maquinóse en las alturas de la cúpula política. Lo que convierte al capitán Picaluga en un medio solamente para llevar a cabo el arresto y finalmente el asesinato del caudillo. Sin embargo, la analogía en la actualidad es distinta, ya que es desde la esfera social, por no decir desde abajo donde se gestan tanto la corrupción como la impunidad, auspiciadas por la ignorancia y la indiferencia por parte de la ciudadanía.


Vergonzoso resulta que en la actualidad que quien entregue el destino de la nación en manos de todos estos males que nos aquejan, no sea un extranjero genovés ni las potencias económicas mundiales, sino los Mexicanos mismos, al fin y al cabo Mexicanos fueron los traidores directos de Guerrero, a fin de cuentas traidores seguimos siendo.


Es por ello que aquí no hay quien indemnice a quién puesto que todos somos de alguno u otro modo culpables, de alguna u otra forma, enemigos de la patria.

Porque como ayer, el interés común es el menos común de los intereses, porque aquí y ahora, la patria nunca es primero.




[1] Poder, es algo que los Mexicanos sentimos ajeno y estúpidamente ignoramos que emana de nosotros para beneficio de nosotros mismos, es por ello que el principal generador de impunidad no son ni la clase política ni las autoridades judiciales, es la ignorancia del pueblo Mexicano, su desinterés por denunciar lo que de ninguna manera es justo para todos. Pero claro, siempre será natural mientras se siga pensando en primera persona y nunca en “nosotros”, mientras no exista conciencia de lo que lo público representa.